Historia del Medio Oriente árabe islámico

1000 palabras que deberíamos saber sobre la historia del Medio Oriente árabe islámico

Durante el siglo VI, antes de la llegada del islam a la península arábiga, se vivía un período conocido como “Yahilya”, ignorancia o confusión. Tres grupos influyeron en la creación del Islam: 1) Los árabes (“hombre que viene del desierto”), politeistas, que eran los únicos que sabían criar camellos, los comerciantes. En La Meca vivían muchas tribus, la dominante era Qureish que eran los responsables sobre la Kaava, y un importante centro religioso y comercial; 2) Los judíos, asentados en la península arábiga. Vivían tres grupos influyentes y grandes de judíos, uno de ellos asentado en Medina (60% eran judíos). Los judíos sabían leer y escribir y los árabes solían estudiar con ellos ya que “eran los maestros”; 3) El tercero, fueron los cristianos, que desarrollaron el fenómeno de los monjes y también eran comerciantes, llevando de esta forma su mensaje a la región. Una de las obsesiones de los primeros musulmanes fue justamente demostrar su originalidad y que no eran una versión deformada de cristianos y judíos. Mahoma nació en 570 en la tribu de Qureish y pertenecía a la familia Haashem, que es la familia Hashemita que gobierna actualmente Jordania. En 595, Mahoma se casa con su primera mujer (de 13) llamada Jadiya. En 610, Mahoma comienza su función como profeta. Entre los árabes, especialmente los de la región de Meca, surgen los primeros grupos monoteistas “Janifas”. Es posible suponer que Mahoma fue influido por estos grupos de conversos al monoteísmo ya que adoptó de ellos el peregrinar hacia la Meca una vez por año para aislarse y pensar. Por el año 620 muere su tío Abu Talib y su amada mujer Jadiya. Pierde todo el apoyo económico y se siente amenazado. En 621 decide fijar la dirección del rezo hacia Jerusalén esperando, erroneamente, ser aceptado por los judíos. Mahoma es aceptado como juez en Medina y en 622 emigra hacia allí en un exilio entre tribus (llamado Hegira). En 630 Mahoma logra conquistar Meca y en 632 fallece y es enterrado en Medina. Su tumba está en su casa, hoy una enorme mezquita. Mahoma hizo tres cosas importantes: Creó el Islam, trajo al mundo sus enseñanzas orales que luego fueron escritas formalmente en el texto del Islam, el Corán, y consolidó la Uma (nación) árabe-islámica. Una cosa importante que NO hizo Mahoma fue establecer un orden de descendencia y linaje. Los primeros cuatro califas son los Rashidún, “los que siguen el camino recto” o los Califas Ortodoxos. Todos ellos conocieron al profeta y lo apoyaron desde el principio. Abu Baker (632-634) es el unificador, Omar (634-644) es el conquistador, Othman (644-656) es quien editó el Corán, Ali Ben-Talib (primo y yerno de Mahoma - 656-661) es quien provoca divisiones. En el año 660, cuando Ali Ben-Talib todavía gobierna, Muawiya iben-Abi-Sufyan (sobrino de Othman) se declara en rebeldía, anuncia su Califato desde Jerusalén para darle santidad al asunto. En 661 Ali Ben-Talib se prepara para la guerra pero es asesinado (por un Jariyista) y entonces Muawiya iben-Abi-Sufyan sigue siendo el califa. Así se termina el período de los cuatro Califas Ortodoxos y comienza la dinastía de los Omeyas que gobiernan desde Damasco. Los que siguieron a los Omeyas fueron los sunitas y los que querían una dinastia del hijo de Iben-Talib, nieto de Mahoma, son los chiítas. Sunitas y chiítas acuerdan en los 5 preceptos básicos del Islam y la principal diferencia se refiere a la autoridad, que provocó la división política en el siglo VII y evolucionó en interpretaciones divergentes de la shaarya o ley islámica. A pesar que los sunitas triunfaron políticamente en el mundo musulmán (son el 85% de 1.600 millones), los chiítas (15%) continuaron observando a los Imams, los descendientes sanguíneos de Alí y Hussein, como sus legítimos líderes políticos y religiosos. Los musulmanes sunitas dominaron los primeros nueve siglos de mandato islámico (con exclusión de la dinastía Fatimí chiíta), hasta que la dinastía safávid chiíta fue establecida en Persia (1501). Los chiítas constituyen una mayoría en Irán, Irak, Azerbaiyán y Bahréin (con gobierno sunita impuesto por Arabia Saudita) y una pluralidad en el Líbano (de allí el chiíta Hezbollah), mientras que los sunitas constituyen la mayoría de los más de cuarenta países desde Marruecos hasta Indonesia. La familia Omeya llega al poder bajo el tercer califa Othman aunque la dinastía fue fundada por Muawiya, gobernador de Damasco. Los Omeyas continuaron las conquistas musulmanas dominando 15.000.000 km², el quinto imperio más grande de los que han existido. Las constantes campañas militares agotaron los recursos, terminaron siendo finalmente derrocados por la familia Abbásida en 750, con capital en Bagdad. Los Abbásidas (segunda dinastía de califas sunitas - 750-1258) trasladan su capital a Bagdad pues es un cruce fantástico para dominar el Medio Oriente. La época de oro del islam ocurre entre los siglos VIII y el X. Los primeros 250 años del gobierno Abbásida se centran en la cultura, se cristaliza la fuerza de la religión, se escribe la jurisprudencia y se publican muchos libros. El Islam era el progresismo. A principio del siglo X una dinastia chiíta se refuerza desde Marruecos amenazando a los Abbásidas. Son los Fatimí, quienes se van expandiendo hacia el este. Los Fatimíes conquistan Israel y Egipto en 969, comenzando 100 años de gobierno chiíta en el corazón del reino Abbásida (incluyendo Israel). Construyeron El Cairo, fundaron El-Azhar y fueron bastante abiertos, salvo el Califa El-Hakim Be-Amer Allah que, entre otras cosas, destruye el Santo Sepulcro (1009). En el Egipto (de los Fatimíes), se vivía una anarquia por las constantes disputas entre hermanos por el poder. En 1163 piden socorro a otros musulmanes del norte dirigidos por Nur-Adin Zangui, un kurdo que nombra a “Saladino” como gobernante. Saladino expulsa a los cruzados (1163-1169) y forma la dinastía Ayubita que dominará Israel hasta 1250, cuando comienzan a gobernar los Mamelucos desde Egipto. Los Mamelucos eran grandes constructores, esclavos transformados en militares profesionales, perdieron el poder a manos de los otomanos en 1517. Entre 1517-1917 gobiernan en Israel la dinastía turca Otomana.