Shlomó Sand

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1000 palabras que deberíamos saber sobre Shlomó Sand

­­­Shlomó Sand (10/9/1946) nació en Lintz (Austria), hijo de polacos sobrevivientes del Holocausto, emigró a Yafo (Israel) en 1948. De familia comunista, su padre llegó a Israel decidido a combatir al “imperialismo británico”. Al principio vivieron en casas de árabes que abandonaron Yafo, trabajando de guardia nocturno en la sede del Partido Comunista israelí en Tel Aviv. Decepcionado del Partido Comunista, lo abandonó y se unió a un grupo de ultra izquierda llamado Matzpen (Brújula), siendo detenido por la policía, varias veces, por repartir propaganda. Desde 1985, Sand ha sido profesor en la Universidad de Tel Aviv, y enseñó, paralelamente, en la Universidad de California, Berkeley y en el Cole des Hautes de Sciences Sociales de París. El hecho que Sand sea un extremista radical de izquierda es totalmente irrelevante cuando hablamos de historia, aunque existe un patrón repetido: extremistas de izquierda y de derecha suelen manipular hechos para acomodarlos “mágicamente” a sus preconcepciones. El hecho que Sand sea un profesor judío e israelí también es irrelevante: hay judíos e israelíes antisemitas e ignorantes también… Shlomó Sand publicó “La invención del pueblo judío” (2008). Sand afirma que los judíos siempre fueron un pueblo proselitista y que “los romanos no exiliaron a ningún pueblo en el Mediterráneo oriental. Con excepción de los judíos esclavizados, los residentes de Judea siguieron viviendo en sus tierras”, por lo que la expulsión y el exilio, tras la revuelta de Bar Kojva, no es otra cosa que un simple mito. Su intención es argumentar que los judíos no fueron obligados a dejar sus casas y muchos de ellos se quedaron para convertirse, en los… actuales palestinos musulmanes. Shlomó Sand se basa en personas como Ben-Gurión o Itzjak Ben-Tzvi que durante los días del gobierno otomano dijeron que los árabes de entonces eran judios conversos… Shlomó Sand explicó durante una entrevista en el 2009 sus razones para escribir el libro: “Escribí el libro con un doble propósito. En primer lugar, como un israelí, para democratizar el estado, para que sea una república verdadera y en segundo lugar, escribí el libro contra el esencialismo judío”. Sand agregó que el esencialismo es “la tendencia en el judaísmo moderno para hacer que la etnia sea base de la fe (afirma que el judío no es un pueblo). Es peligroso y nutre al antisemitismo. Estoy tratando de normalizar la presencia judía en la historia y la vida contemporánea”, dijo. Debido a que los judíos eran proselitistas, los judíos “ashkenazim” son, de hecho, conversos del reino “Jázaro”, los judíos yemenitas provienen del reino de Himyar mientras que los judíos del norte de Africa y de España son todos conversos. Este argumento es usado por aquellos que desean la destrucción de Israel: “el pueblo judío es un invento, argumentarán, y por lo tanto no se merece un estado”. Nada mejor para ellos, el pueblo judío no existe y encima un judío-israelí-historiador me lo confirma… Shlomó Sand afirma que la idea de los judíos de regresar del exilio a la Tierra Prometida era ajena al judaísmo antes del nacimiento del sionismo, y que los lugares santos fueron vistos como lugares ideales pero no para vivir. La manipulación que hace Shlomó Sand es clara: el nacionalismo laico, tanto el sionismo como así también todos los ideales nacionalistas europeos, son una filosofía moderna del siglo XIX pero Sand hace una adaptación política moderna a la historia. En Israel, el libro provocó diversas respuestas. Académicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén lo definieron como un libro sin fundamento, carente de un tratamiento riguroso de las fuentes, sensacionalista e incoherente. Por ejemplo, Israel Bartal, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Por lo demás, ha sido acusado de actuar por motivos no precisamente ingenuos (ideológicos, comunistas), según afirma Jeffrey Goldberg, manteniendo una hipótesis que vendría a conceder argumentos para los que apoyan la teoría de la conspiración. Carlo Strenger escribe que el libro de Sand “no es una obra pura de historia” y argumenta que, “de hecho, tiene una agenda política clara”… Según el historiador Shaul Stampfer, “a pesar que es una historia maravillosa, la conversión masiva de jázaros al judaísmo nunca ocurrió”. La historiadora Anita Shapira dijo que el programa político de Sand pretende “arrastrar a la historia bajo el prisma de la actualidad y con la ayuda de falsedades y medias verdades intenta adaptarla a las necesidades de una discusión política”. ­Podríamos seguir horas citando gente e historiadores de renombre mundial invalidando a Shlomó Sand. Otro crítico del libro sobre la invención del pueblo judío de Sholomó Sand lo ha calificado como una versión reciclada de la “Decimotercera Tribu”, otro libro con una tesis polémica sobre la génesis del pueblo judío publicado en 1976 por Arthur Koestler. La Decimotercera Tribu fue recibida fríamente por la crítica, y ha sido “reenvasado por el Sr. Sand aunque su argumento central no ha ido mucho mejor”, comentó Evan R. Goldstein. “No es suficiente con conocer la demografía judía del siglo XIII de Europa del Este para hacer creíbles, en negritas resaltadas, los argumentos que hace Sand”. En junio 2010, un artículo de la revista Newsweek titulado “The DNA Of Abraham’s Children” mostró los resultados de un estudio sobre el origen genético judío. Según ellos, el estudio refuta la afirmación de Sand que los judíos europeos serían, parcialmente, descendientes de los jázaros, un grupo étnico de Asia central: El ADN ha hablado y la respuesta es: ¡No! Shlomo Sand ha criticado duramente la afirmación que su libro ha sido contradicho por varias investigaciones genéticas publicadas en la revista Nature y la revista American Journal of Human Genetics (lo mismo había hecho la revista Newsweek). Sand respondió: “Este intento de justificar el sionismo a través de la genética es una reminiscencia de los procedimientos de los antropólogos de finales del siglo XIX que establecieron, muy científicamente, el descubrimiento de las características específicas de los europeos”. Por lo visto, este cuasi historiador se olvida que fue justamente él el que se inventó una teoría basada en la genética.